Por: Ixcnel Castillo-communicare.uanl.mx
La franquicia de John Wick sigue expandiendo su universo con Bailarina, un spin-off que combina precisión letal y gracia estética. Con la acción estilizada y el trasfondo criminal que ya conocemos, esta nueva entrega nos ofrece una historia igual de intensa, pero desde una perspectiva distinta.
Protagonizada por Ana de Armas, seguimos a Eve, una joven marcada por la tragedia y amante del ballet, cuya vida da un giro radical tras un evento desgarrador. Obligada a abandonar su mundo, termina entrenando en un teatro que oculta a uno de los clanes más letales, donde aprende a canalizar su dolor en fuerza.
A lo largo del filme, Eve enfrenta obstáculos físicos y emocionales, pero su determinación la impulsa a seguir adelante en su búsqueda de venganza. La película mantiene un ritmo firme, combinando escenas de combate coreografiadas con momentos de tensión emocional que humanizan a la protagonista.
Aunque el tono es serio, Bailarina no teme ofrecer respiros con un humor sutil y oscuro, aportando un equilibrio que evita la monotonía. El resultado es una experiencia visual y narrativa intensa que logra honrar el legado de John Wick mientras abre camino a una nueva figura femenina en este universo brutal.