Por: Debanhi Monsiváis.communicare.uanl.mx
La saga de Depredador nos ha traído a lo largo de los años acción extrema, suspenso implacable y supervivencia a toda costa. Ahora, con Depredador: Tierras Salvajes, se propone algo distinto: una historia que busca acercarnos más a sus personajes. Dirigida por Dan Trachtenberg, esta entrega presenta al joven depredador Dek, interpretado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi, que al ser rechazado por su clan tiene que demostrar su valor mientras se alía con Thia, interpretada por Elle Fanning, una sintética de la corporación Weyland-Yutani. Juntos se enfrentan a enemigos inesperados en un planeta remoto y peligroso, cambiando las reglas de cómo caza un Yautja.
El diseño de la entrega es ambicioso: escenarios extraterrestres, tecnología alienígena, y secuencias de combate que no tienen miedo a sacarnos una sonrisa; todo esto siempre buscando respetar el legado de anteriores películas, pero añadiendo vulnerabilidad, un conflicto interno y una mirada diferente a su personaje principal.
Personajes que sienten y buscan su lugar
Una de las apuestas más fuertes de la película es el cómo muestra a sus protagonistas con fallas, inseguridades, y con ganas de superarse. Schuster-Koloamatangi da vida a un depredador joven que tiene que pelear por su identidad, no solo por su fuerza. Y Fanning, como Thia, ofrece un contraste humano-tecnológico que aporta una emoción y conexión a su personaje, y a su vez, logrando que sus escenas juntas no parezcan forzadas, al ser dos seres obligados a colaborar, confiar, y evolucionar. Los papeles secundarios también cuentan con detalles que arman un mundo con peleas, malas decisiones, risas, y miedo, ayudando a que la historia se sienta más realista.
Un mundo visualmente impresionante
En lo técnico, la película destaca muchísimo, ya que todo lo relacionado con la historia, tecnología, el clan del Depredador y los entornos alienígenas convierten cada escena en algo emocionante, y esta mantiene una energía constante que mezcla desde misterio, sorpresa y adrenalina. Además, su estilo visual es muy cuidado: con paisajes hasta los vestuarios, todo se ve pensado para que el público realmente se sienta inmerso en este mundo.
El gran futuro la franquicia
Lo que distingue a Tierras Salvajes es que respeta lo que hizo grande a la franquicia de Depredador, pero también se atreve a cambiar las cosas. Así que, si creciste viendo las primeras entregas de esta saga, hay guiños que reconocerás. Y si es tu primera experiencia, puede ser una entrada perfecta.
¡No te pierdas: Depredador: Tierras Salvajes, la cual llega a los cines de México el 6 de noviembre de 2025! Y disfruta de una película que mezcla acción, emoción y una historia más humana en uno de los universos más icónicos del cine.










