Probablemente nunca escuchaste hablar del libro naranja. No, no es una leyenda. El libro naranja existe y fue donde se fundamentó la currícula de los primeros licenciados en Ciencias de la Comunicación en la UANL.
Si eres un maestro que inició con el nuevo milenio y participaste o participas en los diseños y rediseños curriculares, probablemente escuchaste hablar a los maestros más antiguos sobre el “libro naranja” poniéndolo como ejemplo de un trabajo bien hecho.
Mi primer contacto con el “libro naranja” se dio en 1986. Era un estudiante por egresar de la Preparatoria # 15 Madero UANL y no tenía claro qué profesión quería estudiar. La Facultad de Psicología ofrecía una “batería de Tests vocacionales” (serie de pruebas que indicaban no sólo tu coeficiente intelectual sino también tus habilidades y cualidades) El diagnóstico fueron tres: Arquitectura, Química y Comunicación. Como no sabía dibujar una raya y química no me atraía pregunté ¿Qué se estudia en Comunicación? Me trajeron el “libro naranja”. En él pude ver las materias de la carrera, sus especialidades. Con el “libro naranja” pude decidir por esta profesión que permite hacer sinergia a todas las demás.
De acuerdo con el Dr. Ernesto Rocha Ruiz (+) fue el 28 de agosto de 1983 cuando se publicó el libro titulado: PLAN DE ESTUDIOS Y PROGRAMAS DE LA LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN. “Este documento se distribuyó entre maestros y estudiantes, y constituyó una sólida base académica que sustentó los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este libro fue modelo de diseño curricular en el área de comunicación y dio origen a otras escuelas de la misma especialidad en todo el país.” (Rocha, E. 2008)
Los cambios dentro de nuestra sociedad y cultura evolucionaron. La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL siempre está en la búsqueda de una mejora continua por lo que desde finales del siglo XX hasta ahora se han diseñado y rediseñado los planes de estudio. Seguimos siendo punta de lanza. Nuestros planes de estudio están certificados nacional e internacionalmente. El “libro naranja” se ha transformado y el mundo ahora conoce, a través de la era digital, el perfil de egresados que produce nuestra ALMA MÁTTER