El vapeo como alternativa de cigarros de tabaco y su verdadero peligro

Por Alejandro Hernández

Los cigarros electrónicos están re normalizando el hábito de fumar, como una alternativa en lugar de los tradicionales cigarros de tabaco; los cuales además de ser comprobadamente nocivos para la salud, contaminan el medio ambiente en su totalidad de productos.

The Washington Post dio a conocer que una persona que fue hospitalizada de una enfermedad pulmonar derivada del uso de cigarrillos electrónicos.

Esta parece ser la primera víctima mortal de los aficionados al vapeo, pero ya hay alrededor de 193 casos de enfermedades en Estados Unidos relacionados con esta práctica, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de ese país.

Según Goniewicz, (Científico del Roswell Park Comprehensive Cancer Center) los fabricantes de vapeadores pueden envasar más nicotina en sus productos al crear sales de nicotina que pueden enmascarar el sabor naturalmente desagradable de la nicotina y hacer que la droga sea absorbida por el organismo con mayor rapidez.

Como indica el documento Heart and Stroke Foundation: E-cigarettes in Canada, hay expertos en salud pública preocupados con respecto a que el uso de cigarrillos electrónicos podría re normalizar el hábito de fumar.

Esto no debería de sorprendernos, ya que los Registros de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés) definen al uso de cigarro electrónico como una manera de suministrar nicotina a través de aerosoles sin quemar tabaco que se promueve como no cancerígena.

Las pruebas que se han hecho en ratones reflejan daños en pulmón corazón y vejiga, por lo que en PNAS se considera que el vapeo podría contribuir al cáncer de pulmón y vejiga humano, así como a enfermedades del corazón.

Esta supuesta alternativa ha resultado una peor opción y una moda dañina en la actualidad, los datos obtenidos nos muestran que lo nuevo no siempre puede ser un avance, además que han sido más las enfermedades que han traído estos aparatos electrónicos con consecuencias fatales.

Al final resulta ganar esta batalla el tradicional cigarro de antaño.