Por: Mauricio Lavín
Marvel Studios llega con su segundo estreno de 2025 en la pantalla grande, con Thunderbolts una entrega que reúne a un grupo poco convencional de “superhéroes” siendo una fórmula distinta a los que se nos tenía acostumbrados adaptando el formato de A24.
Después de un tiempo sin Vengadores nuevas amenazas surgen y el mundo está en búsqueda de nuevos héroes, la protagonista de esta historia es Yelena Belova (Florence Pugh) quien en búsqueda de un propósito trabaja de misión a misión.
Cuando en una misión Yelena es enviada a eliminar a un objetivo y cruza su camino con otros renegados David Harbour (Guardián Rojo), Sebastian Stan (Bucky), Wyatt Russell (John Walker) y Hannah John-Kamen (Fantasma), excepcional equipo que sabe aprovechar al máximo cada una de sus interacciones quienes deberán unirse contra un nuevo enemigo con el poder de un dios.
Si bien la película pareciera replicar la fórmula de Guardianes de la Galaxia o Suicide Squad, esta logra crear su propio estilo aportando un formato nuevo y fresco para el UCM.
La química de Florence Pugh se lleva la entrega en su totalidad, siendo acierto que ella lleve el protagonismo durante la historia y las diferentes interacciones con el resto del equipo.
La película sabe adaptar diferentes tonos cuando la historia se vuelve cómica, logra sacar varias risas, pero también esta entrega tiene momentos bastante oscuros que son profundos y se exploran de manera adecuada para poder empatizar más con los nuevos personajes.
Tal vez para algunos fanáticos esta nueva entrega pueda desentonar con el resto de las películas y series de Marvel, pero es el más grande acierto de Thunderbolts, más allá de centrarse en la fórmula común de héroes contra villanos, el objetivo es poder empatizar con los personajes y la historia.
A pesar de ser un nuevo experimento para Marvel esta película sienta las bases para los próximos eventos que vienen para Avengers Doomsday de una manera orgánica, haciendo que estos mercenarios se conviertan en los Thunderbolt o algo más.