Por: Steffi Morales
Monstruos, experimentos “casi con vida” y una historia que nos enseña a que lo diferente no siempre es terrible llega a la pantalla grande en el filme animado “Frankie y los monstruos”, donde nuestro protagonista, una versión infantil de la obra de Frankenstein, lucha por saber cuál es su rol en la vida.
Frankie, quien es el primer monstruo hecho por el Profesor Loco, un científico que está obsesionado con realizar su más grandiosa creación, se encuentra en el dilema sobre mantenerse a salvo de la multitud enfurecida en el Castillo Grotesquiu junto a los demás experimentos, o buscar el afecto prometido fuera de este.
“Ocúltate, cállate y mantente a salvo”
Aunque el Profesor Loco es quien idea los experimentos para crear a los monstruos, es Frankie quien los guía e introduce a la realidad; les enseña que los humanos odian las cosas distintas y que solo pueden estar a salvo de ser atrincherados por el pueblo de Grubbers Nubbin si se quedan en el Castillo Grotesquiu.
Los monstruos, quien en sus primeros minutos de vida actúan de forma abominable, tras oír las palabras de Frankie reprimen su forma de ser y empiezan a temerle a todo lo que venga del exterior, sobre todo si se trata de una multitud enfurecida que los quiere atacar.
Esta historia es diferente a las usuales, pues los monstruos, a pesar de sus características aterradoras y opuestas a lo ordinario, temen a los humanos, pues han aprendido que lo diferente puede generar reacciones violentas contra ellos.
Confundir el amor con atención
Además del conflicto sobre ser un monstruo, Frankie se siente solo en el Castillo Grotesquiu, porque si bien, los demás experimentos lo ven como un hermano mayor y un amigo, su presencia parece ser indistinta para el Profesor Loco, a pesar de que nuestro protagonista siempre está para lo que necesita en el laboratorio.
Es por ello que cuando el circo de Fulbert Freakfinder le ofrece a Frankie un lugar en sus filas, donde será “amado”, admirado, y por supuesto, temido, atrayendo su atención por sus cicatrices y costuras, él abandona su hogar, a pesar de los intentos de los demás monstruos por impedirlo.
Sin embargo, conforme va avanzando la película, Frankie empieza a cuestionarse, con ayuda de su mejor amigo del mundo, Criatura, y la niña curiosa del pueblo de Grubbers Nubbin, Arabella, sobre ¿qué es amor? Y su diferencia con la atención y la fama.
El amor está en todos lados
“Frankie y los monstruos” no sólo nos enseña a que ser diferente no te convierte en un ser despreciable para la sociedad, sino también a estar consciente sobre las relaciones interpersonales que tenemos con nuestro círculo cercano, pues el amor proviene de distintos lados: el que sentimos por nosotros mismos, la importancia de la familia, y la conexión indescriptible con las amistades.
Disfruta de “Frankie y los monstruos” a partir del 16 de octubre del presente año, sólo en cines.









