Escrito por Oksana de la Rosa
Cuando llegan a suceder cosas terribles, en ocasiones muchas personas se ven afectadas por cierto tiempo; en algunos de los casos, estos efectos son tan intensos y persistentes que son debilitantes y constituyen un trastorno psicológico. El trastorno de estrés postraumático es un padecimiento de salud mental que algunas personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento traumático. Este episodio es desenvuelto tras distintas situaciones como la guerra, un accidente automovilístico, un desastre natural o una agresión sexual. Pero a veces el evento no tiene que ser necesariamente peligroso. Por ejemplo, la muerte repentina e inesperada de un ser querido también puede ser causante de este trastorno.
“Es un tema bastante amplio y de gran relevancia, especialmente en los últimos años dado el incremento de casos que se han presentado por las diversas situaciones.” mencionó la Licenciada en Psicología, Zayda Mendoza, egresada de la Universidad la Salle Victoria, especialista en estrés postraumático.
Referente al tipo de terapia o enfoque de la psicología que pueden ayudar en los casos de estrés postraumático por fallecimiento de un ser querido, Mendoza señaló que La Asociación Americana de Psicología recomienda tener intervenciones breves o intervenciones de terapia cognitivo-conductual, pues tienen mucha evidencia en cuanto a los resultados que se pueden obtener y que en este sentido es de las mas recomendadas. Sin embargo, recalcó que también depende de la persona y el tipo de enfoque con el que se sienta mas relacionado.
La psicóloga también determinó que es importante conocer al individuo para saber si tratar el tema con delicadeza o tratarlo de forma directa, pues hay quienes van a querer prolongar el dolor, entonces quizás sea necesario tratar el tema con mas suavidad para ir preparando el entorno para que la persona pueda sentirse segura, mientras que hay otras personas que, al llegar al fondo de la situación, necesitan sacarlo todo al instante.
Enfatizó que, los psicólogos clínicos, suelen basarse en dos manuales, el CIE10 mejor conocido como la Clasificación Internacional de las Enfermedades y el DSM-5, Manual de diagnósticos estadísticos. Ambos manuales son utilizados en la medicina, especialmente en el ámbito psiquiátrico; mencionó que, a través del conocimiento, la practica y el uso de estos medios, pueden diferenciar cuando una persona presenta características de estrés postraumático, depresión o ansiedad.
Indicó con certeza que cuando se mencionan casos de trastornos de estrés postraumáticos, saben que hay una situación que está detonada y que esa persona está mostrando ciertos factores porqué se presentó posteriormente a cierta cantidad de meses después de que tuviese esa experiencia.
“Aquí, por ejemplo, el duelo va a ser relativo dependiendo de la estabilidad que tenga cada quien, todo depende de la situación en como se vivió esa perdida y depende del motivo por el cual su ser querido falleció, puesto que dentro de la tanatología se dice que existe una persona que puede vivir el duelo alrededor de 6 meses a 1 año, pero claro que puede variar, pues habrá otros que necesiten unos meses mas pasado del año…pero si comienzan a tener mayores dificultades en su vida para las relaciones sociales, laborales , educativas y para el auto cuidado y ya pasaron mas de dos o tres años, es ahí cuando debemos tener mucho cuidado porque se podría ver como un circulo vicioso, es decir que ya se anclaron a esa perdida, entonces en esas situaciones quizás hay que estar un poco mas alertas y buscar esa intención inmediata.” dijo la especialista honestamente.
La experta asesoró y dio algunos consejos para poder ayudar a quien este pasando por esta experiencia, sugiriendo que es importante brindar un acompañamiento físico y emocional, así como alentarlo a que continúe con sus sesiones terapéuticas y sobretodo, implementar la expresión escucha activa pues no se trata sólo de oír a la persona sino atender aquello que está comunicando.
“Quizá puede sonar como algo muy sencillo, pero tiene mucho peso emocional, pues son elementos mejor conocidos como factores protectores.” expresó con delicadeza.
Para concluir, dejó un mensaje para aquellos que estén pasando por este proceso: “Los profesionales de la salud estamos aquí para escuchar y atender a toda persona que lo necesite, es importante recordar que se vale llorar, enojarse, incluso reclamarle a ese ser querido el “¿Por qué ya no estás conmigo?», pero sobretodo, se vale soltar ese dolor, tristeza, resentimiento y culpa, para poder avanzar y sanar nuestras heridas.”