Por: Paola de la Vega, Tania de la Cruz  y Alejandro Gómez.

“En el corazón de la ciudad de Monterrey nos encontramos con La Macroplaza, un destino turístico que representa el espíritu emprendedor de los regiomontanos, aquel espíritu que caracteriza a los ciudadanos trabajadores que buscan crear cosas nuevas y fascinantes”, indicó Miguel Ángel Cantú, director de Turismo del Estado de Nuevo León.

La Macroplaza, fue fundada el 7 de septiembre de 1984 por el entonces gobernador Alfonso Martínez Domínguez, esta obra consta de un polígono de 400 mil metros cuadrados entre la Avenida Constitución, las calles Escobedo, Washington y Doctor Coss, donde podemos encontrar un espacio comercial y habitacional con áreas verdes, dicho proyecto fue dirigido por la Ingeniera Ángela Alessio Robles y el Arquitecto Oscar Bulnes Valero.

El proceso de construcción fue complicado, la evaluación declaró que sólo el 34% de las construcciones de la zona se encontraban en condiciones “aceptables” por un 66% en estado deplorable, muchas de ellas sólo constaban de viviendas deterioradas de un solo piso, algunas otras se encontraban en completo abandono. Por su parte, las familias y negocios que habitaban en esas viviendas fueron reubicados con ayuda de la PROURBE (Promotora de Desarrollo Urbano).

En la actualidad, la Macroplaza cuenta con muchas obras originales como el Palacio de Gobierno, el antiguo Palacio Municipal, el nuevo Palacio Municipal, la Catedral Metropolitana, la iglesia del Sagrado Corazón, el Banco Mercantil, la Capilla de los Dulces Nombres, entre otras edificaciones que son consideradas como patrimonio de la ciudad. “El Parque Fundidora es el organismo responsable del mantenimiento y conservación de la Macroplaza y sus alrededores”, nos comentó el director de Turismo.

La tarde del jueves 20 de mayo nos dirigimos a visitar esta icónica plaza, por lo que abordamos el metro rumbo a la estación Zaragoza. Al llegar a nuestro destino, lo primero que llamó nuestra atención fueron las paredes del lugar, las cuales estaban adornadas con una serie de fotografías que retrataban la historia de la ciudad de Monterrey.

Al salir de la estación cruzamos la calle y pudimos observar que frente a nosotros se encontraba la Fuente de Neptuno, a pesar de haber visitado el lugar en reiteradas ocasiones nos detuvimos un momento para admirarla: en la parte frontal de la fuente observamos una bella figura femenina montada sobre un león, seguido de un carruaje tirado por caballos de mar que transportaba al dios Neptuno. 

Alrededor de las imponentes figuras estaban colocados diversos personajes mitológicos que complementan la majestuosa escena, tales como un grupo de ninfas del agua y pequeños querubines que sostienen cuernos con abundante fruta.

Continuamos caminando por un área verde hacia el Palacio de Gobierno donde encontramos vendedores ambulantes de artesanías, así como carritos de elote y fruta preparada. Nos detuvimos a comprar un elote en vaso y mientras nos lo entregaban, apreciamos el Teatro de la Ciudad, el cual tras investigar un poco nos dimos cuenta que fue inaugurado el 7 de diciembre de 1984. Mientras degustamos de nuestro elote nos dirigimos a observar el Parque Hundido, en donde las personas suelen disfrutar la compañía de su pareja o familia.

“Otro atractivo importante para los turistas es la gastronomía que ofrece el Estado de Nuevo León, por lo que se está trabajando para lograr tener un punto de venta gastronómica con el fin de que el visitante  tenga la oportunidad de degustar platillos típicos de la región en áreas verdes que les permitan estar cálidamente mientras disfrutan de su estancia” agregó Miguel Ángel Cantú.  

Al bajar por las escaleras llegamos a la Explanada de los Héroes, una de las primeras zonas de la Macroplaza en construirse, siendo inaugurada en diciembre de 1982. Frente a ella se ubica el imponente Palacio de Gobierno diseñado con una arquitectura neoclásica, la fachada principal está revestida con una elegante cantera rosa y  sobre cada una de las columnas se encuentra una serie de esculturas metálicas de un león aprisionado con guirnaldas.

Después de caminar durante algunas horas decidimos sentarnos frente al Palacio de Gobierno, no nos habíamos percatado de lo tarde que era hasta que vimos al sol ocultarse entre las montañas, lo cual marcó el fin de nuestro viaje por el centro de la ciudad.

De regreso, reflexionamos sobre la belleza de la Macroplaza y comprendimos porqué es considerada como uno de los puntos turísticos más importantes de Nuevo León. El director de turismo nos comentó que en una temporada normal se pueden llegar a recibir cerca de 600, 000 visitantes, tanto nacionales como internacionales y que regularmente es en la temporada de verano cuando se presenta una mayor afluencia de visitantes.

“La Macroplaza es uno de los íconos más relevantes para la población local, para los visitantes regionales e incluso para los extranjeros. El Estado de Nuevo León tiene una vocación turística natural, es un destino que está a nivel de cualquier otro lugar para llevar a cabo actividades turísticas ya sea en las montañas y parajes”, opinó Miguel Cantú.

A pesar de las dificultades a las que se enfrentó el sector turístico de Nuevo León por la pandemia  COVID-19, actualmente el Departamento de Turismo de Nuevo León está trabajando para reactivar actividades culturales como el Festival Internacional Santa Lucía el cual se lleva a cabo en gran parte de la Macroplaza.

Consideramos que este es un lugar muy especial que representa a la sociedad nuevoleonesa y que vale la pena visitar.

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